GNOSIS
DESDOBLAMIENTO ASTRAL AL TIBET
Por: samael aun weor
DESDOBLAMIENTO ASTRAL AL TIBET
Por: samael aun weor
PREGUNTA
En una ocasión en que
hacía ejercicios de meditación en pleno bosque en las cercanías de la población
de Cuernavaca, México, junto a un amigo espiritual de mucha sabiduría, a quien
estimo como a un Padre, tuve la siguiente experiencia.
Nos sentamos ambos en
posición YOGA conocida como flor de loto e hicimos unos ejercicios de
respiración; después entramos en silencio y meditación; inmediatamente me sentí
transportado a las cordilleras de los Montes Himalayas, más bien en el área del
TIBET; en el lugar hacía un tremendo frío y se escuchaba el agudo aullar de los
vientos; veía también algunos soldados chinos armados rondando por esos
inhóspitos lugares.
Llegué a una planicie
un tanto nublada donde se descubría poco a poco una majestuosa construcción
amurallada, la cual tenía un enorme portón de madera sujeto con clavos de
hierro forjado hacía siglos atrás; en esta ocasión custodiada estaba la entrada
por dos soldados de tipo Tibetano, que al acercarme me marcaron el alto y me
dijeron que esperara un momento a que consultaran si tenía derecho a pasar o
no.
Instantes después
recibieron un mensaje y se oyó el rechinar de las bisagras del enorme portón,
diciéndome que pasara.
A primera vista me
pareció una ciudad celestial y a la vez espectacular, ya que resplandecía la
blancura del mármol y los deliciosos jardines con flores de una belleza
indescriptible y arbustos de tonalidades verdes y amarillas nunca vistas en la
tierra; caminé por unas amplias escaleras que tenían barandales con columnas
torneadas en bellas figuras de mármol y que me condujeron a una plazoleta que
tenía fuente de agua cristalina y vaporosa; era pequeña y tenía en el centro un
hermoso niño que vertía un cántaro de agua que nunca se acababa; luego tomé
hacia la derecha dirigiéndome hacia un portal de un edificio alargado
horizontalmente, que tenía siete columnas de mármol bellamente decoradas; al
estar observando el pasillo se empezaron a escuchar coros angelicales que
trajeron consigo a una figura que destellaba luminosidad y respeto, nada menos
que la figura del Divino Maestro Jesús, EL CRISTO, a quien, al verlo, sentí
desfallecer; me miró fijamente y en su rostro se dibujó una sonrisa de amor y
fraternidad.
Acto seguido se
acercó a mí y puso su mano derecha sobre mi frente pronunciando las siguientes
palabras:
"ID Y ENSEÑAD A
TODAS LAS NACIONES QUE YO ESTARE CON VOSOTROS’.
Después caminamos por
otros pasillos y nos encontramos a otros grandes Maestros, entre los cuales
reconocí al Maestro Samael Aun Weor, a quien llamó en voz alta y le recomendó
se hiciera cargo de vigilar e instruir a mi humilde persona; después llamó a
otros alumnos y Maestros vestidos de blanco que se encontraban cerca, y nos
bendijo con oraciones y mantrams especiales.
Personalmente nos
despidió al Maestro Samael y a mí, viendo cómo desaparecía de nuestra vista tan
magnífico recinto.
Al regresar a mi
cuerpo, abrí los ojos y vi que mi amigo aún no despertaba pero un minuto
después despertó y comentamos las experiencias vividas.
¿Cómo es que un
humilde estudiante gnóstico sin mérito de ninguna especie, haya tenido tan
maravillosa experiencia, y le hayan confiado esta misión tan delicada?
RESPUESTA
Con el mayor gusto
responderé a su pregunta.
Ya ve usted lo que es
la meditación y la oración.
Si una persona de
buena voluntad se entrega a la oración y a la meditación, puede tener la dicha
de llegar al éxtasis.
Entonces el alma se
sale del cuerpo, como ya lo hemos explicado muchas veces, y viaja a cualquier
remoto lugar de la tierra o del infinito.
En el caso concreto
suyo, es claro que fue a dar al Tibet, y penetró en un Templo secreto donde
pudo ver a los Maestros de la humanidad y a nuestro señor el CRISTO.
No olvide usted que
el alma en oración, en éxtasis, puede llegar a ver al CRISTO; usted tuvo esa
dicha y no hay duda de que el Señor le encomendó enseñar esta Doctrina de la
gnosis a todos sus semejantes.
Es obvio que yo debo
darle esas enseñanzas; por eso vio usted y oyó que el Señor se preocupó porque
le instruyera.
samael aun weor
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