sábado, 8 de agosto de 2015

DEJAR DE SOÑAR

GNOSIS
DEJAR DE SOÑAR
Por: samael aun weor

Bueno, voy a hablar de algo que es muy importante, quiero referirme enfáticamente a la cuestión de los sueños.

Ha llegado la hora de ir al fondo de esta cuestión: Considero que lo más importante es dejar de soñar.

En realidad los sueños no son más que me­ras proyecciones de la mente y, por lo tanto, iluso­rios, no sirven.
        
Es precisamente el ego quien proyecta sueños y ob­viamente esos sueños resultan inútiles; nosotros nece­sitamos transformar al subconsciente en consciente.

Necesitamos eliminar radicalmente no sólo los sueños, sino también la posibilidad de soñar y eso es grave; es incuestionable que tal posibilidad existe mientras existan elementos subjetivos dentro de nuestra psiquis.

Necesitamos una mente que no proyecte, necesita­mos agotar el proceso del pensar.

La mente proyec­tista, proyecta sueños y estos son vanos e ilusorios.

Cuando hablo de mente proyectista no estoy refirién­dome a los meros proyectos como los que hace un ingeniero que traza o proyecta los planos para un edificio, un gran puente o una carretera, no; cuando hablo de mente proyectista quiero referirme a todo animal intelectual.

Es claro que el subconsciente siempre proyecta, no solamente casas, edificios o cosas por el estilo, no. Aclaro: Proyecta sus propios recuerdos, sus propios deseos, sus propias emociones, pasiones, ideas, expe­riencias, etc., etc., etc.

La mente proyectista, repito, proyecta sueños y es claro que mientras el subcons­ciente exista existirán las proyecciones.

Cuando el subconsciente concluye, cuando se ha transformado en consciente, las proyecciones concluyen, ya no pueden existir, desaparecen.

Si queremos nosotros llegar a la auténtica iluminación, es necesario y urgente, dijéramos, transformar al subconsciente en consciente.

Indubitablemente tal transformación sólo es posible aniquilando al subcons­ciente.

Pero el subconsciente es el ego, entonces hay que aniquilar al ego, al yo, al mí mismo, al sí mismo y así es como se transforma el subconsciente en cons­ciente.

Necesita dejar de existir el subconsciente pa­ra que en su lugar aparezca la conciencia objetiva, real y verdadera.

En otros términos, quiero decir que mientras exista cualquier elemento subjetivo, por insignificante que este sea, dentro de nosotros mismos, aquí y ahora, la posibilidad de soñar continúa; mas cuando termina cualquier elemento subjetivo, cuando ya no quede en nuestra psiquis elemento subconsciente alguno, el re­sultado es la conciencia objetiva, la iluminación autén­tica y verdadera.

Un individuo que posea conciencia objetiva, que ha­ya eliminado al subconsciente, vivirá en los mundos suprasensibles completamente despierto y, mientras su cuerpo duerma en el lecho, se moverá en esos mun­dos a voluntad, viendo, oyendo y palpando las grandes realidades de los mundos superiores.

Una cosa es andar uno en los mundos hipersensibles con la conciencia objetiva, es decir, despierto y otra cosa es hacerlo en estado subjetivo, subconsciente, proyectando sueños.

Vean ustedes qué diferencia tan grande existe, entre el que ambula por esas regiones proyectando sueños y el que vive allí sin hacer pro­yecciones, con la conciencia completamente despierta, iluminado, en un estado de super exaltada vigilia.

Ob­viamente este último verdaderamente es un iluminado y puede, si así lo quiere, investigar los misterios de la vida y de la muerte y conocer todos los enigmas del universo.

Por ahí hay cierto autor que dice que los sueños no son más que las ideas disfrazadas, y si eso es así, nosotros podemos aclarar un poco más la cuestión, diciendo que "son proyecciones de la mente, porque esas ideas disfrazadas se proyectan mentalmente y he ahí los sueños"; por lo tanto son falsos y vanos.

Pero quien vive despierto ya no sueña.

Nadie podría vivir despierto sin haber muerto en sí mismo, sin haber aniquilado el ego, el yo, el mí mismo.

Por eso es que quiero que todos los hermanos se preocupen más por la desintegración del ego, por­que sólo así, desintegrando esa terrible legión, podrán quedar despiertos radicalmente.

Indubitablemente, no es fácil eliminar elementos subjetivos, los hay y muy variados.

Esta eliminación se procesa en forma didáctica, poco a poco; pero con­forme uno va eliminando tales elementos, la conciencia se va objetivizando, y cuando la eliminación ha sido absoluta, la conciencia ha quedado totalmente objetivizada, despierta.

Entonces la posibilidad de so­ñar ha terminado, ha concluido.

Los grandes adeptos de la Fraternidad Universal Blanca no sueñan, poseen conciencia objetiva; la posi­bilidad de soñar para ellos ha desaparecido y los en­cuentra uno en los mundos superiores en estado de vigilia intensificada, totalmente iluminados, dirigiendo la corriente de los innumerables siglos, gobernando las leyes de la naturaleza, convertidos en Dioses que están más allá del bien y del mal.

Se hace, pues, indispensable comprender esto a fon­do.

Para sintetizar mejor, para que todos puedan sa­car un resumen exacto, quiero decirles lo siguiente:

1- El subconsciente es el mismo ego. Aniquílese el ego y la conciencia despertará.

2- Los elementos subconscientes son elementos in­frahumanos que cada cual lleva adentro; destrúyanse y toda posibilidad de soñar concluirá.

3- Los sueños son proyecciones del ego y por lo tan­to no sirven.

4- El ego es mente.

5- Los sueños son, por ende, proyecciones de la mente.

6- Esto deben ustedes anotarlo con mucha atención: ES INDISPENSABLE NO PROYECTAR.

7- No solamente se proyectan cosas para el futuro, constantemente vivimos proyectando las cosas del ayer.

8- También se proyectan toda clase de emociones presentes, morbosidades, pasiones, etc., etc., etc.

Las proyecciones de la mente son, pues, infinitas; en consecuencia, las posibilidades de soñar son infini­tas.

¿Cómo podría considerarse iluminado a un soña­dor?

Obviamente, el soñador no es más que soñador, nada sabe sobre la realidad de las cosas, sobre eso que está más allá del mundo de los sueños.

Es indispensable que nuestros hermanos del Movi­miento gnóstico se preocupen por despertar, para lo cual se requiere que se dediquen de verdad a la disolución del yo, del ego, del mí mismo, del si mismo; que sea ese su principal propóstio.

Conforme vayan muriendo en sí mismos, la concien­cia se irá volviendo cada vez más y más objetiva, y las posibilidades de soñar irán disminuyendo en for­ma progresiva.

Meditar es indispensable para compren­der nuestros errores psicológicos.

Cuando uno com­prende que tiene tal o cual error o defecto, puede darse el lujo de eliminarlo, tal como lo enseño en mi obra titulada: «El Misterio del Áureo Florecer».

Eliminar tal o cual error, tal o cual defecto psico­lógico, equivale a eliminar tal o cual agregado psíqui­co, tal o cual elemento subjetivo dentro del cual existen las posibilidades de soñar o de proyectar sue­ños.

Cuando uno quiere eliminar un defecto, un error o un agregado psíquico, debe primero comprenderlo; pe­ro hermanos, no basta comprender únicamente, hay que ir algo más hondo, más profundo: es necesario "capturar" el hondo significado de aquello que uno ha comprendido, y solamente puede lograr esa captura a través de la meditación de fondo, profunda, muy íntima...

Aquel que ha capturado el hondo significado de lo que ha comprendido, está en posibilidad de eliminar.

Eliminar agregados psíquicos es urgente.

Agregados psíquicos y defectos psicológicos en el fondo son lo mismo; cualquier agregado psíquico no es más que la expresión de un defecto de tipo psicológico...

Que hay que eliminarlos, eso es claro, pero primero tenemos que haberlos comprendido y también haber capturado su honda significación.

Así es como vamos muriendo de instante en instante; sólo con la muerte adviene lo nuevo.

Algunos quieren estar despiertos en el astral, en el mental, etc., pero no se preocupan por morir y lo más grave es que confunden a los sueños con las verdaderas experiencias místicas.

Una cosa son los sueños, que no son más que sim­ples proyecciones del subconsciente, y otra son las experiencias místicas reales.

Cualquier experiencia mística auténtica exige el estado de alerta y con­ciencia despierta.

Yo no podría concebir experiencias místicas con conciencia dormida.

Así pues, la experiencia mística real, verdadera, auténtica, sólo adviene cuando objeti­vizamos la conciencia, cuando estamos despiertos.

Reflexionen nuestros hermanos profundamente en todo esto; que estudien nuestra obra «El Misterio del Áureo Florecer», que se preocupen por morir de mo­mento en momento, sólo así lograrán realmente la objetivización total de la conciencia.

PREGUNTA

Maestro, todas aquellas muchedumbres que corren allá como locas, ¿van dormidas?, ¿van proyectando?, ¿van soñando?, ¿van enajenadas de sí mismas?

RESPUESTA

Ciertamente esa gente que va en tro­pel corriendo, va soñando.

No es necesario que sus cuerpos estén acostados en la cama, roncando y a media noche para estar soñando.

La gente sueña aquí mismo en carne y hueso.

Así como la ve usted, corriendo como loca por la calle, ambulando en ese constante ir y venir, como máqui­nas sin ton ni son, ni orientación alguna, así andan también en los mundos internos cuando el cuerpo físi­co está dormido en la cama.

Lo que sucede es que esta gente que sueña en la vida, que anda soñando así en el mal llamado estado de vigilia, que los ve uno dormidos, soñando, cuando llega la hora en que su cuerpo físico duerme, abando­nan tal vehículo y entran en los mundos suprasensi­bies llevándose a tales regiones sus propios sueños, es decir, cada cual se lleva sus sueños a los mundos in­ternos, tanto durante las horas en que el cuerpo duer­me como después de la muerte.

La gente muere realmente sin saber cómo y entra en los mundos internos soñando, y vive soñando, y nace sin saber a qué hora ni cómo, y en la vida prác­tica anda soñando a todas horas.

No es pues extraño que la gente caiga debajo de las ruedas de los automóviles, que cometa tantas lo­curas; esto se debe a que tienen la conciencia dormi­da, están soñando...

Dejar de soñar es indispensable.

El que deja de so­ñar, aquí y ahora, deja de soñar en cualquier rincón del universo, anda despierto en todas partes.

El que despierta aquí y ahora, despierta en el infinito, en los mundos superiores, en cualquier lugar del cosmos.

Lo que importa es despertar aquí y ahora, en este mismo momento en que estamos hablando, de instante en instante, de momento en momento.

samael aun weor



SUJETO OBJETO Y LUGAR

GNOSIS
SUJEJTO OBJETO Y LUGAR
Por: samael aun weor

Incuestionablemente, lo que más importa en la vida es la realización íntima del Ser.

Alguna vez interro­gué a mi Divina Madre Kundalini, diciéndole:

¿El camino que ha de conducir hasta la resurrec­ción, es demasiado largo?

Ella me respondió:

No es que sea tan largo, lo que pasa es que hay que labrarlo, cincelarlo, trabajar duramente en la pie­dra filosofal.

Hay que darle a la piedra bruta la for­ma cúbica perfecta.

Nuestra divisa es THELEMA, es decir, voluntad.

Empecemos por despertar conciencia.

Obviamente, to­dos los seres humanos están dormidos y es necesario despertar para ver el camino.

Lo esencial es desper­tar aquí y ahora.

Desafortunadamente la gente duer­me; parece increíble, pero así es.

Andamos por las calles con la conciencia dormida.

Estamos en la casa, en el trabajo, en el taller, en la oficina, etc., con la conciencia profundamente dor­mida.

Manejamos el automóvil y vamos a la fábrica con la conciencia tremendamente dormida.

La gente nace, crece, se reproduce, envejece y muere con la conciencia dormida, y nunca sabe de donde viene ni cuál es el objeto de su propia exis­tencia; lo más grave es que todos creen que están despiertos.

Muchas personas, por ejemplo, se preocupan por sa­ber muchas cosas esotéricas, pero nunca se preocupan por despertar conciencia.

Si la gente se hiciera el propósito de despertar aquí y ahora, de inmediato po­dría conocer todo aquello que para ella son enigmas; y por eso es que existe el escepticismo, porque el escéptico es ignorante. Ignorancia es conciencia dor­mida.

EL ESCEPTICISMO

Ciertamente, debo decirles a ustedes en nombre de la verdad que existe el escepticismo por la igno­rancia y que el día en que el hombre deje de ser ig­norante y despierte conciencia, de hecho desaparecerá el escepticismo, porque ignorancia equivale a escepti­cismo y viceversa.

Nuestra doctrina ciertamente no es la de convencer escépticos, porque si hoy convencemos a 100 escépti­cos, mañana aparecerán diez mil y si convencemos a los diez mil, aparecerán cien mil y así no terminaría­mos nunca.

El sistema para conseguir la realización íntima del Ser es cuestión de "trabajos conscientes" y "padeci­mientos voluntarios", pero es necesaria la continuidad de propósitos en los 3 factores de la revolución de la conciencia. 

Lógicamente, para lograr el despertar de la conciencia se necesita morir de instante en ins­tante, de momento en momento.

El hombre dormido en presencia de una copa de licor termina borracho.

Cuando el hombre dormido se encuentra en presencia del sexo opuesto, termina fornicando.

El dormido se identifica con todo cuanto le rodea y se olvida de si mismo.

Me viene en este momento a la memoria el caso insólito de Piotr Damianovich Ouspensky, quien cuan­do caminaba por las calles de San Petersburgo se ha­bía propuesto no olvidarse ni un instante siquiera de sí mismo.

De momento en momento se estaba recor­dando, dice que hasta veía un aspecto espiritual en todas las cosas, como que se sentía transformado y aumentaba su lucidez de tipo espiritual, etc.

Sin em­bargo, sucedió algo muy curioso...

De pronto sintió la necesidad de entrar a una cigarrería a mandar a preparar sus tabacos.

Ciertamente, después de que ya lo atendieron y le despacharon su pedido de cigarros salió muy tranquilamente fumando a lo largo de una avenida y anduvo por distintos lugares de San Peters­burgo, recordando distintas cosas, ocupado en diversos asuntos intelectuales, etc., es decir, llegó a absorberse en sus propios pensamientos.

Hora y media más tarde estaba en su casa.

De pronto observó bien su habitación, su cuarto de dor­mir, su sala, su escritorio, etc, y recordó que se ha­bía dormido, que había andado por muchos lugares con la conciencia despierta y que al entrar a la ciga­rrería sus buenas intenciones de permanecer despierto se habían reducido a polvareda cósmica.

Lamentó el caso.

Desde la cigarrería tardó hora y media para llegar a su casa, todo ese tiempo lo pasó por las calles de dicha ciudad con la conciencia totalmente dormida.

Vean ustedes cuán difícil es permanecer uno de instante en instante, de momento en momento y de segundo en segundo con la conciencia despierta, y eso es lo primero: no olvidarse uno de sí mismo ni un solo instante, si es que tiene anhelos verdaderos de despertar.

Llegue uno a donde llegue, a cualquier sala, ande por las calles a pie o en carro, recorra lugares de día o de noche, esté donde esté, sea en su trabajo o en el taller, donde sea, tiene que estarse recordan­do a si mismo.

En presencia de cualquier objeto her­moso, de cualquier vitrina donde se exhiban cosas muy hermosas, joyas muy preciosas, etc., tiene uno que no olvidarse de sí mismo, no identificarse con nada de todo aquello que lo fascine o le guste.

SUJETO

Hay necesidad pues de estarse recordando siempre a sí mismo, no solamente en lo físico, sino vigilando sus propios pensamientos, sentimientos, emociones, deducciones, apetencias, temores, anhelos, etc., etc., etc, y otras tantas cosas.

OBJETO

El segundo aspecto que me parece bastante intere­sante, mis caros hermanos, es no identificarse con las cosas, como ya lo dijimos.

Si vosotros veis un hermoso objeto, un traje en la vitrina, una exposición de algo o una exhibición de lo que sea, como un auto­móvil muy bello o unos zapatos nunca vistos, un ani­mal raro o un elefante - que vuela o un camello que aparece en el medio de la sala, etc., lo fundamental es estar vigilantes y no identificarse con nada, saber distinguir entre lo normal y lo anormal, pues lo pri­mero que tiene uno que hacer es reflexionar.

No identificarse con el objeto, la cosa o criatura que está viendo, porque si uno se identifica con lo que está viendo, con la representación que tiene ante sus ojos físicamente, entonces sucede que se queda fascinado, es decir, de la identificación pasa a la fascinación y queda uno encantado, maravillado, iden­tificado, se olvida de sí mismo y luego cae en el sueño profundo de la conciencia.

Con ese proceder equivocado, dejándose fascinar tontamente, lo único que se consigue es que la con­ciencia siga dormida, mis caros hermanos, y eso es muy grave, gravísimo, gravísimo, gravísimo.

LUGAR

Me viene en estos momentos a la memoria un re­cuerdo insólito:

Hace muchísimos años, cuando yo es­taba por allá en los países de Suramérica caminando el mundo, como dicen, porque yo siempre anduve pa­ra un lado y para otro, sucedió que una noche cual­quiera me vi a mí mismo atravesando un jardín, luego llegué a una sala, la atravesé y por último pasé a una oficina de abogado.

Allí vi a una señora de cier­ta edad, algo canosa, muy simpática, que sentada al pie de un escritorio me recibió, luego se puso de pie para darme la bienvenida.

De pronto, observé que sobre el escritorio había dos mariposas de vidrio; bueno, eso no tiene nada de raro, ver dos mariposas, ¿verdad?

Pero lo interesante era que las dos mariposas tenían vida propia, movían sus alas, sus cabecitas, sus patitas, ¿eso sí es raro verdad?

Eso era algo insólito y extraño, un par de mariposas de vidrio con vida; pues no es normal, cla­ro que no es natural mis caros hermanos, eso ya es raro, es un caso de ponerle mucho cuidado.

Pues bien, ¿saben ustedes lo que hice yo?

No me identifiqué con el par de mariposas, únicamente reflexioné, me dije a mí mismo:

¿Cómo es posible que haya en el mundo mariposas con alas de vidrio, con cuerpo de vidrio, patas de vidrio, cabeza de vidrio y que respiren y tengan vida propia como las naturales?

Así reflexioné, mis caros hermanos. ¿Qué tal que yo me hubiera identificado con las mariposas sin hacer ningún análisis, sin reflexionar en las tales mariposas de vidrio?, ¿qué les parece que yo me hubiera fascinado, me hubiera encantado y hubiera caído en la in­consciencia?

Pues eso hubiera sido insensato, ¿verdad?

Pero yo reflexioné, me dije a mi mismo:

No, esto está extraño, esto está muy raro, imposible que haya esta clase de criaturas en el mundo físico, no, no, no, esto no es normal, aquí hay gato enmochilado, aquí hay algo raro.

Esta clase de fenómenos, que yo sepa, no existe en el mundo tridimensional, esto sólo es posible en el mundo astral, a no ser que yo esté en el astral.

¿Será que estoy en el mundo astral?

Entonces me pregunté a mí mismo:

¿Será que yo estoy dormido, será que he dejado mi cuerpo físico en algún lugar?

Pues esto está muy raro y para salir de dudas voy a dar un saltito con la intención de flotar, a ver si es que estoy en astral o a ver qué es lo que pasa.

Así me dije, hermanos, con toda con­fianza les digo a ustedes que así procedí; claro, tenía que proceder así y no de otra manera, ¿verdad?

Pero me daba como pena ir a dar un salto ahí, delante de esa señora.

Entonces me dije a mí mismo: esta seño­ra puede creer que estoy pasado de maracas, dando saltos aquí en su oficina; aunque todo era tan normal, un escritorio como cualquiera, la silla donde se sen­taba la señora era de esas que giran de un lado para otro, había dos candelabros en aquel despacho, ahora que recuerdo, uno a la derecha y otro a la izquierda, parecían de oro macizo.

Esto lo recuerdo con mucha exactitud, mis caros hermanos, aunque ya hace mucho tiempo, muchos años.

Sin embargo, recuerdo que los candelabros eran de siete brazos; pues yo estaba muy joven en aquella época.

Bien, hablando aquí con toda confianza, yo no hallaba nada extraño en ese consultorio, todo era co­mo normal en aquel despacho, pero al poner la vista en las mariposas, era lo único realmente raro.

Por lo demás, yo decía:

Esta señora nada tiene de extraño, es tan normal como todas las señoras del mundo, pe­ro estas mariposas me tienen intrigado, eso de que tengan vida propia está muy raro.

Bueno, sea como sea, resolví salirme de ahí y entonces lo hice con la intención de dar el saltito, ¿entienden?

Claro, tenía que dar alguna disculpa a la señora; le pedí permiso, le dije que necesitaba salir un momento y salí de allí.

Ya fuera del corredor y seguro de que nadie me estaba observando, di un salto alargado con la inten­ción de flotar...

Y que tal si les digo a ustedes lo que sucedió, pues sinceramente les cuento que inmediatamente quedé flotando en el ambiente circundante.

Claro está que me sentí delicioso, mis caros herma­nos, delicioso.

Me dije entonces a mí mismo: estoy en cuerpo astral, aquí ya no hay ni la menor duda.

Recordé que había dejado mi cuerpo físico dormido en la cama hacía unas cuantas horas y que moviéndo­me por ahí en el astral había llegado hasta allí, a aquel despacho.

Regresé al despacho aquel, me senté nuevamente ante la señora y le hablé con mucho respeto, le dije:

Vea señora, nosotros estamos en cuerpo astral.

La señora apenas me miró con ojos como de sonámbula, extrañada.

No me entendió, no me comprendió.

Sin embargo, yo quise aclararle un poco y le dije: Seño­ra, recuerde que usted se acostó a dormir hace unas cuantas horas, así pues no se le haga raro lo que le estoy diciendo.

Su cuerpo físico está dormido en la cama y usted está aquí en astral, está platicando conmigo...

Pero definitivamente aquella señora no entendió, estaba profundamente dormida, tenía la conciencia dormida.

Viendo que todo era inútil, comprendiendo que no despertaría ni a cañonazos a esa pobre señora que jamás se había dedicado a esta labor de desper­tar conciencia, pues francamente mis caros hermanos resolví pedirle disculpas y me fui.

Bueno, como cosa curiosa quiero contarles a uste­des que muchos años después, tal vez unos 30 años o más, tuve que viajar a Taxco, Guerrero.

Taxco es un pueblo muy hermoso situado sobre una ladera y construido al estilo colonial.

Sus calles están empe­dradas como en la época de la colonia y es muy rico por cierto, tiene muchas minas de plata y se venden objetos y joyas muy hermosos de plata.

Yo tenía que viajar a aquel lugar porque había al­guien a quien yo le estaba haciendo algunos remedios, pues quería curarse y que yo le ayudara en el proce­so de la curación; era un pobre paciente muy enfer­mo...

Bien, llegué a una casa, atravesé el jardín y llegué a la sala, la que reconocí de inmediato.

Había allí una señora, la miré y la reconocí, la misma que había visto muchos años atrás en astral, detrás del es­critorio, a excepción de que esta vez estaba ella en la sala.

Me invitó a pasar un poco más adelante y encontré el famoso despacho de abogado, donde hacía tantos años yo había llegado en astral.

Ahora en vez de es­tar la señora en el escritorio, estaba su marido, un hombre más bien educado y dedicado a la abogacía sin título, en algunas partes les llaman tinterillos; bueno, llámenlo como sea.

Lo cierto fue que él esta­ba sentado allí, en dicho despacho.

Se paró para dar­me la bienvenida y luego me hizo sentar frente a su escritorio.

Reconocí inmediatamente el despacho y reconocí a la señora.

Entonces sucedió que como a aquel hombre le gustaban un poco estos estudios de tipo espiritual, plati­camos y dialogamos un rato sobre estos asuntos, por­que a él le gustaba todo lo que se tratara de estu­dios esotéricos.

Luego lo sorprendí un poco cuando le dije:

-Señor, yo estuve aquí hace ya algún tiempo.

Estu­ve en cuerpo astral, fuera del cuerpo físico y usted sabe que uno se mueve, anda y va de un lugar a otro -el señor ya conocía un poco de estas cosas y no se le hizo raro-.

Luego le dije:

-Vea, en este escritorio habían dos mariposas de vidrio. ¿Qué pasa, dónde están las mariposas?

Entonces rápidamente me contestó:

-Aquí están las mariposas, aquí mismo, véalas usted.

Levantó unos periódicos que habían encima del escri­torio y ciertamente ahí estaban, dos mariposas muy bellas de vidrio...

Claro, se quedó muy sorprendido de que yo conociera esas mariposas.

Luego le dije:

-Pero falta algo más.

Yo estoy viendo un candela­bro de siete brazos, pero son dos. ¿Dónde está el otro, qué se hizo?

-Aquí está el otro, véalo aquí -me respondió el se­ñor del despacho-.

Quitó unos papeles y periódicos que había allí y ciertamente sacó el otro candela­bro, apareció para confirmar aún más mis aseveracio­nes.

Claro, el hombre llegó al asombro.

Luego le dije:

-Sepa usted que yo a su señora la conozco, pero cuando yo vine aquí su señora estaba en el escrito­rio -bueno, maravillado quedó el señor-.

A la hora de la cena nos sentamos todos alrededor de una mesa redonda y entonces sucede algo verdade­ramente inusitado: aquella señora me dice allí, en presencia del mismo señor:

-Yo lo conozco a usted hace mucho tiempo, no sé exactamente dónde lo he visto..., pero yo lo he visto antes en algún lugar. De todas maneras usted no es una persona desconocida para mí.

Inmediatamente codié yo al señor y le dije:

-¿Se da usted cuenta?

¿Se ha convencido usted de mis palabras?

Bueno, el asombro de aquel hombre llegó al máxi­mo.

Desafortunadamente, y eso si es muy grave, mis queridos hermanos, aquel hombre estaba tan agarrado por su secta, dijéramos, de tipo romanista, que fran­camente no entró en el camino por eso, por la cues­tión sectaria.

¡Ah!, si no, hubiera venido al camino, porque yo le di pruebas extraordinarias, pruebas que para él fueron contundentes y definitivas, pues quedó asombrado para siempre, ¿no?

Lamentablemente su religión no lo dejaba, lo con­fundía y se enredaba en todos aquellos dogmas de ti­po religioso, etc., etc., etc.

Bueno, han pasado ya muchos años, sin embargo, yo no he podido dejar de relatarles a ustedes este acontecimiento.

Así pues, recomiendo "división de la atención en tres partes":

1- SUJETO, o sea uno mismo. No olvidarse de sí mismo ni un solo instante.

2- OBJETO: observar todas las cosas, como el caso que les he contado de las mariposas.

Qué tal que en este mismo momento de estar ustedes leyendo este libro llegara una persona que ya murió hace muchos años y les hablara.

Seria usted tan ingenuo o ingenua, estarían tan distraídos como para no preguntarse a sí mismos: ¿Qué es esto? ¿Será que estoy en astral? ¿Sería usted tan despreocupado de no hacer el experimento y dar el saltito?

Bueno pues, no olvi­den que cualquier detalle, por insignificante que sea, debe ser motivo como para hacer ese tipo de reflexiones.

Todo debe ser estudiado detenida­mente y uno debe preguntarse a sí mismo: ¿Por qué estoy aquí?

3- LUGAR: uno no debe vivir inconsciente.

Cuando lleguemos a tal o cual lugar, debemos observarlo detalladamente, muy minuciosamente y preguntarse a sí mismo: ¿Por qué estoy yo aquí en este lugar?

Y a propósito: Usted que está leyendo este libro, dígame, ya se preguntó ¿por qué está ahí en ese lugar donde se encuentra leyendo? ¿Ya se torno la molestia de observar su lugar, el techo o las paredes, o el espacio que le rodea? ¿Ya observó el piso o el sitio, arriba, abajo o a los lados atrás de usted o hacia adelante? ¿Ya miró usted (y si hay varias personas), ya miraron las paredes y su alrededor para hacerse la pregunta? ¿Dónde están? ¿Y si no se la han hecho, qué tal, eh? Está usted leyendo acaso inconsciente­mente este libro? Es claro que uno nunca debe vivir inconsciente, hállese donde se halle, encuén­trese donde se encuentre, en una casa, en la ca­lle, en un templo o en un taxi, o en el mar o en un avión, etc. Donde sea, donde esté y como esté, lo primero que tiene uno que preguntarse a sí mis­mo es: ¿Por qué estoy en este lugar?

Mirar en detalle todo cuanto le rodea, el techo, las paredes, el piso.

Esa observación no es sola­mente para el parque, la casa o el lugar descono­cido, sino que uno debe mirar su casa diariamente cada vez que entre en ella y a todo momento, como si fuera algo nuevo o desconocido.

Debe también preguntarse: ¿Por qué estoy en esta casa? Qué curioso, y mirar el techo y las paredes y el suelo y los patios, etc., todo en de­talle, para hacerse la pregunta: ¿Por qué estoy en este sitio? ¿Será que estoy en astral? Y dar un saltito así como alargado con la intención de flotar.

Si la persona no flota, pero presiente que puede estar en cuerpo astral, entonces súbase a una silla o a una mesa no muy alta, un asiento, un cajón o algo por el estilo y dé un saltito para ver si así flota, porque hay veces que uno da el saltito alargado y sin embargo no flota, entonces lo me­jor es subirse sobre algo que le permita saltar y experimentar si flota tirándose al aire con la in­tención de volar.

Es claro que si está en astral queda flotando y si no, pues todo queda igual.

No olvidar: SUJETO - OBJETO – LUGAR (división de la atención en tres partes).

Si uno se acostumbra a vivir siempre con la aten­ción dividida en esas tres partes: sujeto, objeto y lu­gar, se acostumbra a hacerlo diariamente y a todo momento, de instante en instante y de segundo en segundo, pues esa costumbre se graba profundamente en la conciencia y por la noche, al estar ustedes dormidos, resultan haciendo el ejercicio lo mismo que lo hacen en el físico, entonces el resultado es el des­pertar de la conciencia.

Ustedes saben que mucha veces resulta uno hacien­do en la noche lo mismo que está acostumbrado a hacer en el día.

Muchos, por ejemplo, están trabajan­do durante el día en la fábrica, o de vendedores am­bulantes, o en la oficina, y por la noche se ven tra­bajando durante el sueño, haciendo exactamente lo mismo que hacen durante el día, sueñan que están en la fábrica, vendiendo o en la oficina, etc.

Es claro que todo lo que uno haga en el día, lo hace en la no­che, es decir, resulta soñándolo en la noche.

Es cuestión, pues, de hacer la práctica durante el día, a todas horas, en todo momento o segundo, para lograr hacerla en la noche y despertar conciencia.

Es claro que cuando toda persona está dormida la esencia está lejos del cuerpo; entonces sucede que estando fuera del cuerpo o en astral, resulta repitien­do lo mismo que hace en el día. Y ¿qué tal? Uno despierta automáticamente, porque la práctica del ejercicio le da chispa a uno, queda despierto.

Ya es­tando uno despierto en astral, puede invocar a los Maestros, llamar al Ángel Anael, por ejemplo, o a Adonai, el hijo de la luz y de la alegría, o al Maes­tro Kuthumi, para que vengan a instruirlo a uno, a enseñarle, etc., etc., etc., mis caros hermanos.

Lo mismo pueden llamar a cualquier otro Maestro, a Morya, al Conde San Germán, etc., etc., etc. y los que me invoquen a mi, samael aun weor, pueden estar seguros de que yo concurro al llamado, eso si estén seguros.

Así pues, les doy el sistema para recibir la ense­ñanza directamente y si quieren recordar las vidas pasadas, invoquen a los Maestros de la Logia Blanca, a Kuthumi, Hilarión, Morya, etc., y pídanles que ten­gan la amabilidad, la bondad de hacerles recordar sus existencias anteriores, hacerles revivir sus vidas pasa­das. Pueden estar ustedes seguros de que el Maestro les concederá su petición.

Este sistema que les doy a todos ustedes es para que reciban el conocimiento directo. Pueden viajar también al Tibet Oriental, pueden ir también al fondo de los mares, inclusive a otros planetas si quieren...

Así pues, este es el camino para recibir los conoci­mientos directos.

Por este motivo es que yo les digo: Despierten mis caros hermanos, despierten, despierten, no continúen así viviendo esa vida de inconscientes, de dormidos.

Eso es muy triste, mis caros hermanos.

Vean ustedes los dormidos cómo andan, inconscientes en el astral y después de la muerte siguen dormidos, inconscientes, soñando tonterías.

Nacen sin saber a qué hora, mueren sin saber a qué hora.
                                  
Yo no quiero que ustedes sigan así, en esa inconsciencia tan terri­ble.

Quiero que ustedes despierten.

samael aun weor



jueves, 6 de agosto de 2015

MEDITACIÓN

GNOSIS
MEDITACIÓN
Por: samael aun weor

Los que no pueden salir en cuerpo astral es porque perdieron ya el poder, y entonces tienen que reconquistar ese poder por medio de la meditación diaria.

La meditación es un sistema científico para recibir información interna.

Cuando el mago se sume en meditación, abandona el cuerpo físico y puede conversar con los Dioses siderales.

La meditación reviste cuatro fases:

Asana: (Postura del cuerpo físico). El cuerpo debe quedar en posición absolutamente cómoda.

Dharana: (Concentración). Debemos apartar la mente de toda clase de pensamientos terrenales. "Los pensamientos terrenales han de caer muertos ante las puertas del Templo". Hay que concentrar la mente únicamente adentro... en nuestro ÍNTIMO.

Dhyana: (Meditación). El discípulo debe meditar en esos instantes en el INTIMO.

El ÍNTIMO es el ESPÍRITU.

"Recordad que vuestros cuerpos son el Templo del DIOS vivo, y que el Altísimo mora en nosotros".

El discípulo debe adormecerse profundamente; tratando de conversar con su INTIMO.

Samadhi: (Éxtasis).

Si el discípulo ha logrado adormecerse meditando en su ÍNTIMO, entonces entra en el estado de Shamadi, y puede ver y oír cosas inefables, y conversar con los Ángeles familiarmente.

Así es como despierta la Conciencia de su letargo milenario.

Así es como podemos adquirir verdadera sabiduría Divina, sin necesidad de dañar los poderes de la mente con el batallar de los razonamientos, ni con el vano intelectualismo.

La meditación es el pan diario del sabio.

Con la meditación nuestro cuerpo astral se transforma, nuestras experiencias astrales se hacen claras durante las horas del sueño, y así el hombre reconquista sus poderes, y aprende a salir a voluntad en cuerpo astral.

Entonces podrá usar con éxito las claves para el desdoblamiento astral.

Con la meditación podemos funcionar sin los cuatro cuerpos de pecado, en el Mundo de la NIEBLA DE FUEGO.

Durante las horas del sueño todo ser humano funciona en cuerpo astral.

Los sueños son las experiencias astrales.

Al despertarnos, debemos esforzarnos en recordar todas nuestras experiencias astrales.

Durante el sueño toda persona está fuera del cuerpo físico.

samael aun weor


EJERCICIOS DE DESDOBLAMIENTO ASTRAL

GNOSIS
EJERCICIOS DE DESDOBLAMIENTO ASTRAL
Por: samael aun weor

PRIMERA CLAVE:

Adormézcase el discípulo al mismo tiempo que vocaliza el Mantram FARAON, distribuido en tres sílabas, de esta manera:
FFFFAAAAA... RRRRRAAAAA... OOOOONNNN.

El discípulo deberá acostarse, horizontalmente, boca arriba.

Colocará las palmas de las manos extendidas sin rigidez, sobre la superficie del colchón; las rodillas flexionadas hacia arriba, con las plantillas de los pies descansando sobre la cama.

Todo el cuerpo debe de estar relajado, miembro por miembro.

Todo dispuesto así, adormézcase el discípulo y, haciendo inspiraciones profundas, vocalice el Mantram FARAON.

Inevitablemente dormido el discípulo saldrá del Cuerpo Físico sin saber en qué momento, ni como.

Ya en los Mundos Internos en la Cuarta Dimensión en donde irresistiblemente se proyectará su Astral, despertará Conciencia total, es decir, se dará cuenta de sus inauditas experiencias en esos Mundos y así podrá dedicarse al ejercicio de LA TEURGIA.

Pero antes de acostarse, haga el signo de la Estrella Microcósmica.

Al efecto, se levantan los brazos hacia arriba, hasta que las palmas de las manos se toquen entre sí sobre la cabeza; y después, se extienden lateralmente de modo que queden en posición horizontal, formando con el resto del cuerpo una Cruz, por último, se cruzan los antebrazos sobre el pecho tocando esta región con las palmas, en tanto las puntas de los dedos lleguen al frente de los hombros.

Nuestro adorable Salvador del Mundo, el Cristo Jesús, utilizaba esta misteriosa clave, hasta hoy revelada por nosotros, cuando estudiaba en las Pirámides de Kefrén.

Ahora bien, el Maestro Huiracocha aconsejaba, con esta práctica, quemar algún sahumerio, algún INCIENSO o sencillamente impregnar la habitación con un buen perfume.

SEGUNDA CLAVE:

O de otra manera, el discípulo se adormecerá vocalizando este Mantram:

TAI RE RE RE

Debe cantarse este Mantram acentuando fuertemente la vocal A: TAAAAIIII...

Las tres sílabas restantes, se vocalizan, dando a la E, un sonido acampanado, melodioso, prolongado; la R, no se hace vibrar, sino solo se pronuncia de una manera simple.

TAAAAIIII... REEEEE... REEEEE... REEEEE...

La sílaba TAI, se canta en tono profundo. La repetición de RE, en tono más alto que TAI.

Cuando el discípulo se esté ya adormeciendo, cuando se encuentre en ese estado preciso de transición entre la vigilia y el sueño, deberá levantarse del lecho sin vacilaciones, sin pereza, sin dudas, sin razonamientos, con naturalidad, en forma refleja o instintiva, automática y absolutamente infantil...

Observad a las aves; ellas cuando van a volar no razonan para ello, no abrigan dudas, ni preconceptos, sino que vuelan instintivamente, diríamos automáticamente.

De esa manera debe proceder el discípulo, imitar a las aves...

Debe levantarse, pues, del lecho y salir de la recámara, y diríjase a cualquier rincón del Infinito, a donde quiera.

Cuando decimos que el estudiante debe levantarse del lecho, tradúzcase esto en hechos efectivos e inmediatos, sin dar lugar a pensar.

DESDOBLAMIENTO IMPREVISTO Y REFLEJO:

Referimos al hecho de un caballero que, estando dormido hubo de levantarse para abrir la puerta de su casa, porque en esos instantes escuchó que alguien tocaba en ella.

Cuando regresó a su recámara, tuvo la tremenda sorpresa de encontrar sobre su lecho a un hombre.

Al observarlo bien, se dio perfecta cuenta de que ese hombre era su propio cuerpo, el cual había quedado entre el lecho.

Por la referencia anterior, podrán darse cuenta los estudiantes de que cuando un hombre se levanta de su lecho en el instante preciso de estar dormitando, el resultado es, inevitablemente, el Desdoblamiento.

El caballero del caso precedente, se desdobló porque él se levantó con la más entera naturalidad.

No hubo análisis mental, ni temores, ni prejuicios. ¡Salió a abrir la puerta, eso fue todo!.

TERCERA CLAVE:

Dentro del cerebro humano, en el interior de sus celdillas, resuena, incesantemente, la SUTIL VOZ.

Es un sonido silbante agudo.

Es el “Canto del Grillo”, el “silbo de la Serpiente”, el SONIDO ANAHAT.

La voz de Brahma.

Tiene diez tonalidades que el Teurgo debe aprender a escuchar.

La mente del estudiante debe absorberse en ese Sonido, como la abeja en el néctar de las flores.

Aquel que desea escuchar el SONIDO ANAHAT debe vaciar su mente, tener la mente quieta, no aquietada, repetimos QUIETA.

El que intente y se proponga escuchar ese místico sonido, que mantenga la mente en silencio, no silenciada; repetimos en SILENCIO.

Distíngase entre una mente que está quieta y una mente aquietada artificiosamente, diferénciese entre una mente que está en silencio natural y una mente que está silenciada a la fuerza, violentamente.

Cuando la mente está quieta, en profundo silencio el estudiante sí puede escuchar inevitablemente el SONIDO ANAHAT, el SONIDO DEL GRILLO, un sonido sutil, agudo, penetrante.

Aún más: si el Alma se absorbe dentro de este místico sonido se abren para el estudiante las puertas del misterio, pues en esos instantes, levántese del lecho, instintivamente, y salga de su recámara para dirigirse a los Templos de la Logia Blanca o cualquier parte del Universo.

CUARTA CLAVE:

La mejor clave para despertar conciencia en el plano astral es estar despierto de instante en instante aquí, en el plano físico; con eso nos bastará para tener conciencia plena del PLANO ASTRAL.

Nuestros discípulos deben adquirir el poder de salir en Cuerpo Astral.

Aquellos que todavía no hayan podido salir en Cuerpo Astral con nuestras claves, es porque no tienen ese poder, y entonces deben adquirirlo, vocalizando durante una hora diaria el Mantram: EGIPTO.

Este mantram desarrolla totalmente los chacras relacionados con el desdoblamiento del Cuerpo Astral, y así adquiere el discípulo el poder para salir y entrar del Cuerpo Físico a voluntad.

Una vez conseguido el poder para el desdoblamiento astral, el discípulo podrá entrar y salir del Cuerpo Físico a voluntad.

La pronunciación correcta del mantram es así:

EEEEE GGGGG IIIIII PPPP TTTT OOOOO

La vocal “E” hace vibrar la glándula Tiroides y le confiere al hombre el poder del oído oculto.

La “G” despierta el chacra del hígado y cuando ya este chacra ha llegado a su pleno desarrollo, entonces el hombre puede entrar y salir del cuerpo cada vez que quiera.

La vocal “I” combinada con la letra “P” le desarrolla al hombre la Clarividencia y el poder para salirse el hombre en su Cuerpo Astral por la ventana de Brahma que es la glándula Pineal.

La letra “T” golpea sobre la vocal “O” íntimamente relacionada con el chacra del corazón y así puede el hombre adquirir el poder para desprenderse de este plexo y salir en Cuerpo Astral.

QUINTA CLAVE:

El mantram EPHRAIM, tiene el poder de desarrollar todos los chacras y poderes del Cuerpo Astral.

Este mantram se pronuncia así:

EEEEE PPPPP HHHHH RRRRR AAAAA IIIIII MMMMM

Todos los poderes ocultos del Cuerpo Astral entran en actividad con este poderoso mantram egipcio.

La vocal “E” desarrolla el chacra de la Tiroides y los poderes de la mente.

La “PH” lleva el hálito ígneo a todos los chacras del Cuerpo Astral, para despertarlos.

El mantram “RA” hace vibrar todos los chacras del Cuerpo Astral del hombre.

La vocal “I” despierta los chacras de la cabeza y al combinarse con la vocal “M” se pronuncia como un sonido que se siente en la boca, pero como los labios están cerrados tiene que salir por la nariz.

Esta vocal “M” encierra poderes terribles.

SEXTA CLAVE:

La fuerza sexual se bipolariza en positiva y negativa.

Por el cordón ganglionar de la derecha que se enrosca en la médula espinal ascienden los átomos solares de nuestro sistema seminal.

Por el cordón ganglionar de la izquierda que se enrosca en la misma, ascienden los átomos lunares desde el mismo sistema seminal.

Pues bien, los átomos solares resuenan con el mantram RA, y los átomos lunares, vibran con el mantram LA.

Para hacer resonar la “sutil voz”, el Sonido Anahat dentro del cerebro, utilícese el poder sexual de los dos testigos conocidos en Oriente con los nombres de Ida y Pingala.

El Sonido Anahat es producido por las fuerzas sexuales en movimiento y ya se sabe que todo movimiento tiene sonido.

Si se procura hacer vibrar con intensidad a los átomos solares y lunares del sistema seminal, entonces el Sonido Anahat se producirá más fuerte, más intenso y capacitará para salir conscientemente en Cuerpo Astral.

Adormézcase, desde luego, vocalizando mentalmente así:
LLLLLL AAAAAA RRRRRR AAAAAA

Con estos mantrams los átomos lunares y solares aludidos girarán intensamente en remolino eléctrico, tal movimiento produce el Sonido Anahat con el cual puede el estudiante escaparse conscientemente del Cuerpo Físico.

Lo importante es que se levante del lecho en instantes de estar adormecido, aprovechando el místico sonido

SEPTIMA CLAVE:

En el lecho antes de dormir invoque al INTIMO así: PADRE MIO, TU QUE ERES YO MISMO, MI VERDADERO SER, SUPLÍCOTE CON TODO EL CORAZÓN Y CON TODA MI ALMA QUE SAQUES DE MI CUERPO ETÉRICO A LA DONCELLA DE MIS RECUERDOS A FIN DE NO OLVIDAR NADA CUANDO RETORNE A MI CUERPO.

Pronúnciese luego el mantram:

LLLLL AAAAA RRRRR AAAAA SSSSS
... y adormézcase.

Dese a la letra “S” un sonido silbante y agudo parecido al que producen los frenos de aire.

Cuando el discípulo se halle entre la vigilia y el sueño levántese de su cama y salga del cuerpo directo a la Iglesia Gnóstica de los mundos internos.

OCTAVA CLAVE:

Se puede adormecer el estudiante vocalizando la letra “S” como un silbo apacible:

SSSSSSSSSSSSSS...

Con la vocalización de esta letra, adquirirá la capacidad de hacer resonar en su cerebro la SUTIL VOZ, el SONIDO ANAHAT; a voluntad, el cual le permitirá salir conscientemente en Cuerpo Astral.

NOVENA CLAVE:

El mantram RUSTI puede ser usado para salir conscientemente en Cuerpo Astral. Este mantram se vocaliza así:

RRRRR UUUUU SSSSS TTTTT IIIIII

El discípulo vocalizará este mantram mentalmente y cuando esté dormitando levántese de la cama y salga de su cuarto en dirección a la Iglesia Gnóstica.

DECIMA CLAVE:     

Aprenda usted a usar su Imaginación y Voluntad unidas en vibrante armonía.

Acostado en su lecho o sentado en un cómodo sillón, imagine un lugar lejano bien conocido (una casa, un parque, alguna avenida, una ciudad), adormézcase con esa imagen en su mente, realice esa imaginación; olvídese del sitio donde su cuerpo se encuentra, ponga en juego la fuerza de voluntad y lleno de plena confianza en sí mismo, CAMINE COMO SI ESTUVIERA EN CARNE Y HUESO EN EL LUGAR IMAGINADO.

Si la práctica se hace correctamente usted se desdoblará y entonces su alma se transportará a ese lugar donde usted podrá ver y oír todo lo que allí sucede.

samael Aun Weor